30 abril, 2007

La espera





En el marco de la ventana, con la luz directo en su rostro curioso. Los ojos bien abiertos y las manos apretadas a las cortinas queriendo absorber todas las imágenes que estas capturaban entre sus hilos trenzados restringidamente. Las imágenes de los transeúntes enajenados, que pasaban sin ahínco por fuera de la casita olvidada. Por fuera de todas las casas olvidadas. Creyendo cada día de su vida que faltaba poco para que llegara el esperado y anhelado momento.
Las calles y sus infinitas direcciones. Los túneles constantes que se entremezclan uno con otro dentro de la mayor oscuridad, con pequeños deslices de las luces de neón, es ahí cuando la gente sale corriendo a rienda suelta a buscar lo que espera.
Algunos edificios quitan espacio a su panorámica. Y todo se comienza a fragmentar, ya casi no hay espacio para que sus ojos observen desde la ventana.